Hemos ido un grupo de 4 amigos y hemos salido encantados. Aunque el precio por una noche nos dolió bastante (escogimos una habitación con desayuno, cena y realmente grande), una vez allí entendimos que fue una gran elección. La habitación muy grande y limpia, la cena increible: un sinfín de platos a cual mejor, con vistas a la pagoda y baño privado (que pagamos a parte, pero mereció la pena).
El personal muy atento en todo momento, ponen siempre de su parte para comunicarse aunque no dominen demasiado el inglés.
Nada más llegas te acompañan a la habitación, te enseñan donde está cada cosa y a los 5 minutos llega otra chica para hacerte el té. Mientras bajas a cenar y te hinchas (Ojo, ¡¡más de 1 hora comiendo!! Así que no os asustéis si la última hora que os ofrecen es a las 7 pm), el personal te pone los futones y te lo deja listo para dormir.