La estancia en el parador, pese a ser agradable, la calificaría de decepcionante debido a la atención recibida en el check-in, para nada a la altura que espero en un parador. La persona que nos atendió fue ruda, rozando la bordería, y parecía que las preguntas que haciamos sobre los servicios del hotel fueran una molestia para él. No solo eso, sino que pese a equivocarse al darnos una habitación con cama de matrimonio pese a tener en la reserva 2 camas individuales, tuve que insistir para que nos la pudiese cambiar. Afortunadamente la atención de la persona que estaba el día siguiente en recepción y en la cafetería durante el desayuno fueron mucho mejores. La habitación era espaciosa, decorada con gusto y con camas cómodas. Cuenta con parking interior (15€ al día) y parking exterior en la manzana pegada Al parador (6€ al día). No se puede aparcar dentro del pueblo sin pagar uno de los parkings. El desayuno me pareció a la altura, con una atención exquisita por parte del personal encargado. Del parador en si, destacaría el hall, precioso, y el pueblo merece mucho la pena por su conjunto histórico.