El alojamiento es cómodo, limpio, decorado con gusto, tranquilo y está bien aunque un poco alejado del centro (hay que coger el bus M, cada billete cuesta 1,30 eur y se puede usar durante 90 minutos). Los billetes de bus se pueden comprar en bares y estancos (ojo que los domingos hay muchos sitios cerrados). Antonello, el dueño del B&B, puede prestar algún billete.
Las almohadas eran un poco duras y gruesas.
El desayuno aunque completo estaría mejor si variara un poco. Se sirve en una mesa grande para todos los huéspedes, aunque a nosotros nos resulta más cómodo cuando hay disponibles mesas independientes.
Cerca de la estación de tren / Puerto se puede coger el bus circular 7 con el mismo billete. Conviene saber que hay trenes frecuentes que llevan al aeropuerto en pocos minutos por 1,30/billete (mejor que el shuttle bus que cuesta unos 4 eur/persona y tarda más).
Antonello habla bien inglés y amablemente proporciona mapas y sugiere sitios que visitar en la isla y también dónde comer en Cagliari.
Enfrente del B&B hay un supermercado que viene muy bien.