Nos hospedarnos durante 4 noches. Nos sirvió como el sitio ideal para acceder al centro de atención al visitante en la entrada a Petra (5 minutos a pie desde el hotel) y también como punto de partida para otras visitas, tales como Aqaba y Karak.
La ubicación es inmejorable. Cómo nuestra visita se llevó a cabo en temporada baja (enero) había muy pocos huéspedes, por lo que el hotel estaba prácticamente para nosotros. La atención que recibimos fue fantástica, desde Hussan, en la recepción (siempre dispuesto a satisfacer todos nuestros requerimientos, de forma cortés y amigable) hasta Musa, en el restaurant, en donde muy cortés nos atendía en el desayuno y cena.
Tomamos un régimen de media pensión. El desayuno fue excelente: completo, variado, muy abundante (de hecho, con un desayuno como éste, perfectamente se puede saltear el almuerzo, sobre todo a la hora de pasear en Petra, sin pausas). Optamos por cena: el menú diario consistía en sopa, entrada, plato principal (dos opciones para elegir) y postre ... todo muy rico, sin objeciones.
La habitación estaba bien calefaccionada (invierno en Petra) las camas eran cómodas, la conexión a internet algo inestable, pero ok.
Aspectos a mejorar: las duchas, dado que el caudal de agua pasaba de frío a calor continuamente, por lo que el baño no podía ser placentero y relajante. Si bien la blanquearía no estaba impecable, era aceptable y renovaban las toallas a diario. Excelente relación precio-calidad. No duden en hospedarse aquí.