Holà, es un hôtel fuera del centro de Levantó, en la parte elevada del pueblo y con unas vistas bonitas al valle. El problema de la ubicación se soluciona con el servicio de minibús que os lleva al centro en 5min y os trae de vuelta con una simple llamada.El minibús esta hasta la 23 de la noche, pero para nosotros fue mas que útil. Andando puedes bajar al centro, como a la estación de tren en 10min pero a la vuelta cuidado con la subida, sube mucho! La habitación era enorme y tenía una pequeña terraza, el baño era de buen tamaño (el único pero era que no era una bañera sino una ducha).El desayuno es espectacular, con mucha variedad y muchos productos buenos. La piscina es muy bonita aunque el personal del hotel podría decir a los padres de niños de respetar las normas que son de no tirarse a la piscina. A algunas horas la piscina estaba llena y se carecía de sombría, pero esto es Agosto.El personal del hotel es muy amable, sobre todo Guisseppe el conductor del minibús. Un pero para concluir, es que no hablan mucho el castellaño, pero te entienden y si eres apañado y con la amabilidad de la gente todo el mundo acaba entiendose. Es un hotel perfecto para relajarse, pasar unos días en Levanto que es un pueblo bastante simpático y mucho ambiente , también es ideal para visitar los cinque terre.(recomiendo 1dia barco, 1dia tren).
Por concluir fue una magnífica estancia y el único pero de todo es el precio que para mi gusto es un pelin elevado.