A pesar que el hotel tiene mucha historia, esta ubicado en una zona roja de alto peligro, donde NO puedes salir libremente por la seguridad. Hay prostitutas, drogadictos, mucha basura y discotecas con música a alto volumen.
El hotel no vale por lo que se paga, hay otros sectores como Laureles o El Poblado, que por el mismo precio, son mucho mejores; y nos quedamos ahí porque la reserva no era reembolsable.
El hotel está en pésimas condiciones de limpieza, los acabados son viejos y deteriorados. Nuestra habitación estaba sucia cuando llegamos y no pudimos usar el baño hasta el siguiente día que lo limpiaron y nos llevaron las toallas faltantes. Las sábanas y estaban sucias y las cortinas picadas; el teléfono y la secadora no servían. Lo peor fue la actitud de la chica de recepción pelirroja, sumamente abusiva y prepotente.