Hotel muy céntrico. Con un personal atento, con una clientela que es mayoritariamente armenios de la diáspora. Se podrían mejorar aspectos como el café, colchones un poco blandos, mini-bares que quizás no enfrían lo suficiente, son detallitos, pero nada importante. Se nota que se van actualizando poco a poco, y eso es bueno. Lo recomiendo