Todo estaba bastante limpio. En cuanto a las maletas, caben perfectamente debajo de la cama, siempre y cuando sean de cabina. Aconsejaría llevar un par de candados, uno para la maleta y otro para el cajón que hay justo debajo de la cama. En el caso de que no lo llevéis, tenéis la opción de comprarlo en la recepción. Además, no hace falta que llevéis secador, puesto que hay uno y es totalmente gratuito.
Está muy bien ubicado, ya que a menos de 5 minutos hay una boca de metro y justo en la calle de al lado paran los autobuses National Express, los cuales te llevan al aeropuerto. En esa misma calle hay muchos restaurantes donde elegir. Lo único que no nos gustó fue que el ascensor estaba averiado y tuvimos que cargar con el equipaje hasta la última planta, que es donde se encontraba nuestra habitación. Sin lugar a dudas volveríamos a repetir.