Se trata de un hotel con una magnífica ubicación, en la costera de Rapallo, que es un bonito pueblo de la costa Liguria. El hotel, sin embargo, está deteriorado y con habitaciones incómodas. Éramos dos adultos y dos niños y apenas cabíamos en la pequeña habitación que se nos asignó. El hotel tiene un buen restaurante en el que nos ofrecieron, a la llegada al hotel, 10% de descuento. Pero cuando fuimos a cenar, resultó que ese descuento era engañoso, porque sólo se aplicaba a algunos platillos; muy desagradable. El desayuno fue escaso y de calidad muy discreta. En resumen, no recomiendo el hotel, y creo que la relación calidad precio es más bien baja.