El hotel está situado a 10 minutos de la plaza de armas, justo donde emieza el barrio de San Blas. Buen hotel, limpio, habitacion amplia, en una encantadora casa colonial reformada. El personal de recepción en general es amable, sobre todo las señoritas, a diferencia de los señores. Un poco despistados con el minibar, en el que a veces faltan cosas, y claro, luego te las quieren agregar a la cuenta. Aparte de eso, todo lo demás, perfecto!!!