Estuvimos 7 días en régimen de media pensión, 2 adultos y una niña de 5 años. Hotel bien ubicado. Limpieza muy muy escasa, limpiaban y cambiaban las toallas 2 veces a la semana . Horarios: el desayuno bien, de 7.30h-10h y el de la cena muy justo 18.30-21h, poca flexibilidad para los españoles. A las 21h en punto cierran la plancha. Las actividades de los niños empiezan a las 20h, con lo que los niños de la gente española, o se quedan sin actividades, o se quedan sin cenar, y eso es lo que le pasó una noche a nuestra hija, se quedó a medio cenar porque pintaban las caras y ella como es lógico quiso ir, pero no pudo cenar. El bufete normal, tirando a bajo, muy poca variedad. Las ensaimadas y sobrasada que es muy típico de la isla, ni verlo. El personal de la recepción bien, aunque da poca información, menos mal que en la TV hay un canal que la da toda sobre la isla. Una cosa muy curiosa es que el hotel (como todos)facilita para cada habitación unas normas, y una de ellas es que está PROHIBIDO reservar hamacas con toallas, pues, a las 8h cuando bajábamos a desayunar, estaban todas guardadas y nadie en ellas. Pero considero que no es culpa de los extranjeros, sino del personal del hotel que no les decía nada. Parece que esté hablando como si fuera la única española en este hotel !! pues siiip!! eramos los únicos en esa semana de 119 habitaciones que hay. Claro está, que no estarían todas ocupadas je,je !! Conclusión: no se relaciona precio con calidad y servicio. No recomendado