Buen hotel, tranquilo, la habitación que me toco era muy pequeña pero bien para dormir, no es ruidoso. El desayuno sirven lo mismo todos los días, no hay variedad. La limpieza no es para nada buena, solo tendían las camas sin aspirar o limpiar el baño. Esta a 40 min de Manhattan y si llega a ser un poco pesado el regreso ya después de haber caminado todo el día. Los chicos de recepción no hablan español, los de la cocina si.