Con excelentes vistas a la playa de Las Canteras, tiene sus cosas malas y sus cosas buenas. Las buenas, sus vistas y cercanía a locales y comercio. Sus malas, ruido toda la noche (gente, máquinas trabajando en la playa, terrazas..), y que, sin aire acondicionado ni otra ventilación, y debido al calor, te obliga a tener la puerta de la terraza abierta siendo difícil (para mi) conciliar el sueño.
Es un edificio antiguo que se nota que han hecho un esfuerzo por actualizarlo, pero que aún, dicha actualización está a medias (imagino que inversión).
Camas excelentes, almohadas, no tanto. Recepción muy pequeña, accesible desde una escalera que, además, da acceso a un bar con mucho movimiento, y sin personal desde las 12 de la noche. Sin servicios añadidos en habitaciones