Después de un día ajetreado en la zona este lugar fue un buen sitio para descansar, teníamos reservada una triple y la habitación sencilla tenia tres camas iguales, algo que destaco porque estamos hasta el gorro de hoteles importantes que te colocan una supletoria, muy limpio tal vez el único pero fue el baño, pequeño con un lavabo chico.
El personal amable, la comida dentro de norma en Islandia y el desayuno abundante , sin duda volvería.