El hotel está en las afueras de Narbona, cerca de otros hoteles, a 5 mins del centro de la ciudad en coche. Las habitaciones son pequeñas pero correctas, si bien el mobiliario es un poco anticuado. La limpieza es normal, no destaca en especial por la antiguedad de las instalaciones. El desayuno bufet está muy bien, tanto por variedad como por calidad. Hay parking exterior dentro del perímetro del hotel. Sin embargo, lo que nos pareció un punto importante a mejorar es la transparencia en las tarifas: el importe final que pagamos en el checkout fue muy superior al coste de la habitación anunciado en ese día en el exterior del establecimiento, entendemos que la diferencia corresponde a tasas y posiblemente extras como el desayuno (pese a que pensábamos que estaba incluido) pero no se nos ha proporcionado ningún desglose del importe, y en la recepción calculan el montante a pagar con una calculadora de forma manual, lo cual da poca confianza en qué están cobrando exactamente.