Es un hotel simple de dos o tres estrellas, con la gran ventaja de su muy buena ubicación al frente de la estación, lo cual es su principal ventaja para viajeros en tren. El desayuno es de muy buena calidad en comparación a otros hoteles de similar nivel, nos gustó mucho, razonablemente variado, con muy buenos café de grano, quesos, jamones, etc. La ducha debería mejorarse colocando una cortina de baño un poco más larga, ya que sale agua por abajo y moja el piso del baño. Regresaríamos al hotel nuevamente.