Hotel del grupo JUFA, no comparable al JUFA de Viena, aunque a cambio es bastante más barato que este. Instalaciones muy limpias, habitación amplia. Desayuno con todo lo necesario, aunque es todos los días el mismo, las cosas se agotan pronto, y tardan en reponer.
Por las mañanas el agua de la ducha no sale caliente. La cama supletoria es muy dura e incómoda.
Si vas en coche, el aparcamiento del hotel (exterior) cuesta diariamente 8,50 eu, y hay que pagarlo, puesto que en la calle el aparcamiento es de pago y limitado a unas horas, a pesar de no estar en el centro de la ciudad, al que puedes llegar andando en unos 20 min.
Los trabajadores, en su mayoría gente joven, como en la mayoría de los hoteles en Austria, muy correctos y amables, aunque no muy entusiasmados (aburridos) con explicar el turismo que puede hacerse en su propia ciudad (poco). A mediodía (antes de las 14.00 h) puede tomarse una comida buffet, no demasiado variada, por un precio aceptable. No sirven cenas.
Lo mejor de este alojamiento es una sala interior para que jueguen los niños pequeños, con una zona de escalada, una casa de madera, y grandes legos. Esta sala siempre está abierta, y los padres pueden estar pendientes de los niños mientras toman algo. Exterior con zona de juegos para niños (columpios, etc.) como en casi todas partes en Alemania y Austria.