Me comentaron que si viajaba a Roma fuera en un Hotel céntrico, pues asi fue encontré el Hotel grifo por una oferta, pero después de llegar y al principio pensar que era un poco viejo, estuve encantada, el trato que me han dado ha sido familiar, me han asesorado de cosas que yo quería hacer y luego no hice, como coger un autobús turístico, cuando estábamos en pleno centro y teníamos todo lo que quereimos ver todo en pequeños paseos. La limpieza esta bien pues todos los dias teníamos toallas y todo limpio. Hemos desayunado fenomenal con un desayuno que no comemos en nuestras casas y los trabajadores intentan hablarte para que tu les comprendas.
En fin una buena esperiencia GRACIAS A TODOS LOS QUE ME ATENDIERON EN EL HOTEL GRIFO LOURDES Y VICEN