La habitación olía a humedad, la limpieza en general era lamentable (polvo por todas partes, alfombras sucias, toallas con manchas...), todo el mobiliario se encontraba desgastado o incluso con partes rotas (mesita de noche y armario).
Al alojarnos en la suite, la bañera tenía sistema de hidromasaje, pero, al encenderlo, por las toberas de burbujas salía porquería negra y olor a alcantarilla.
Al expresar estos problemas al personal, dijeron que era imposible lo que estábamos indicando acerca de la bañera y que el resto era normal, al tratarse de un hotel rústico.