Un hotel pequeño, super bien ubicado. Caminando para la Cd amurallada. Rodeado de bares, tiendas , restaurantes.
Nos dieron la habitación en el 3 re piso, que es el último con una vista impresionante del castillo.
No desayunamos, pero llevamos quesos, vino, jamón y lo comimos en su terraza que está bonita.