El hotel cuenta con una ubicación privilegiada, a una cuadra del casco histórico, a 5 min de la Marienplatz, habitación muy cómoda y limpia, con el plus del minibar gratis que cuenta con refrescos, aguas y jugo, los empleados muy amables, y un desayuno variado y delicioso. Por su ubicación puedes regresar a descansar y volver a salir pues estas a un paso del centro, las camas y almohadas super cómodas.
Sin duda le doy un 10. Cuando regrese a Munich pienso repetir y voy a recomendarlo. Muchas felicidades :)