Un hotel agradable, las habitaciones son básicas, pero con calefacción y buena presión de agua en las duchas. Buen comedor, amplio, faltaría mejorar un poquito las opciones de comida, pero bien.
Lo que NO me gustó fue tener que lavar los platos en desayuno y cena, cuando uno está pagando por el servicio, nunca llevamos comida propia. Y por otro lado las almohadas, muy flojas.