Es un pequeño Hotel a 20-30 min. en metro del centro de Londres. Tiene la parada de Kingsbury a 100 metros de la puerta del Hotel. La línea Jubilee te deja directamente en Green Park. El baño es pequeño, pero muy práctico, la mampara no permite que se salga el agua al ducharse. Cerca del Hotel, a 50 metros, tienes restaurantes y hamburgueserías, bancos (Incluido un Banco Santander) también un ALDI, etc. El buffet del desayuno era bastante completo, tienes bollería, tostadas, cereales, café, zumo, etc. La habitación incluye televisión, secador de pelo, plancha para la ropa, hervidor de agua para hacer infusiones, etc. Hay WI-FI. El personal del Hotel está atento a cualquier necesidad y te responden con rapidez y eficacia. Para quien se plantee como una “pega” la distancia al centro de Londres debe valorar el coste que tendría un Hotel de las mismas características en el centro. La señal WI-FI no llegaba con gran intensidad a nuestra habitación, no obstante, sí en el comedor, pasillos y hall. El baño es completo pero muy pequeño. El personal del Hotel no hablaba nada de español, creo que teniendo en cuenta la cantidad de hispano parlantes que visitamos Londres, deberían hablarlo, al igual que los empleados de los Hoteles españoles hablan mínimo inglés, francés y alemán. El traslado a los aeropuertos si que implica transbordos entre metros y cercanías.