Fue un buen hotel, óptimamente situado en la ciudad vieja que es esplendorosa por sus calles angostas adoquinadas, edificios antiguos de exquisita arquitectura europea, restaurantes y cafés, y a cien metros del esplèndido rìo que atraviesa la ciudad, además de variados edificios de gran valor histórico. El problema es el parqueo para quienes llevan carro pues es por ascensor, muy estrecho y alambicada su ubicación fuera del hotel; golpeè mi auto rentado en esas maniobras. El hotel es bonito, habitación muy pequeña pero suficiente, buen desayuno, excelente trato personal en recepción. Para quien va sin auto, puede ser ideal. Aire Acondicionado en la habitación, wi fi muy bueno y refrigerador.