La limpieza buena, las camas y ropa de cama buenas. Poquísima luz en la habitación del ático, tanto natural, como artificial.
En el desayuno, salvo la fruta, pocas opciones saludables. Cereales industriales, bolleria muy rica casera pero claro, todo con azúcar. Muchos panes blancos y zumos de bote.
El trato del personal... un poco brusco, la verdad. Pero supongo que es tema de personalidad, no tema de atención al cliente.