Mala atención en el mesón de recepción tanto al llegar como al momento de dejar el hotel: al llegar un mozo estacionó nuestro auto de alquiler (puesto que el parking que tiene es muy reducido y con un acceso muy estrecho) y esa noche se quedaron con las llaves y a pesar de pedírselas al encargado de la recepción, nos dio mil excusas y no las volvimos a ver hasta la mañana siguiente y porque insistimos mucho, nos las pasaron haciéndonos esperar cerca de media hora..Al dejar el hotel también muy mala atención en el mesón, cuando pedí que por favor me llamaran a un taxi (que yo tenía el número y no era de los taxis que ellos llaman), no quisieron y me dijeron que llamara desde la habitación, donde el teléfono no funcionaba; al final conseguí que llamaran al taxi que yo quería que era el que me había llevado días atrás desde el aeropuerto a otro hotel en la zona de Gloria. Recomiendo a los usuarios no pedir un taxi en el hotel, pues los taxis que ellos piden cobran 80 reales al aeropuerto, y no 50 como cobran otras compañías,seguramente le dan una comisión al mozo que pide los taxis...Otros detalles que dejan que desear, los ascensores son tan chicos que uno va incómodo apretado con otra gente, el desayunador si no bajas temprano está tan lleno que hay que hacer cola para encontrar una mesa, la piscina no se puede usar porque está siempre a reventar de gente....en general, estuvimos incómodos, lo habíamos reservado por su cercanía a Copacabana pero hubiese sido mejor ir a otro.