Llegamos antes de las 14h, pero no nos dejó entrar hasta esa hora, aunque estaba la habitación lista. Además le costó bastante encontrar nuestra reserva, y fue un poco borde en el recibimiento.
La habitación preciosa, y fueron detallistas dejando unas galletitas y una botella pequeña de vino. El baño y la ducha en concreto perfectos y modernos. Lástima que no hubiera mucho espacio en la habitación, y la cama no era muy cómoda, el colchón se inclinaba hacia el centro.