Lo bueno: La habitación muy cómoda, amplia y limpia, al igual que el resto de las instalaciones. El desayuno muy bueno. El personal amable. Muy cerca del ingreso a las cataratas y de otras atracciones turísticas.
Lo malo: El día sábado no limpiaron ninguna de las 2 habitaciones que ocupábamos. Al volver a la noche decidimos cenar en el hotel y luego de esperar 30 min nadie nos atendió. La explicación fue que había poco personal (no tenían ni mozos) y que el personal de cocina era nuevo: nada de eso es excusa. En la zona no hay restaurantes, el más cercano a 7 km, por lo que hay que cruzar todas las noches al lado argentino, esperando hasta 40 min en la aduana cada vez.
Lo peor: Al realizar el check out, todas nuestras tarjetas de crédito (4 en total, de 3 personas diferentes) fueron llamativamente rechazadas, aunque comprobamos telefónicamente que teníamos fondos suficientes. La opción era abonar en efectivo, a un cambio fijado por el hotel, muy superior al oficial. Del original monto pactado en la reserva online, la factura del hotel resultaba en una abusiva suma que totalizaba casi el doble (sin contar consumos de minibar), lo que resultó en un muy mal momento para todos, agravado por la dificultad de los empleados para hablar en un entendible español o inglés, lo que dificultaba aún más la comunicación.