El pasado 9 de agosto, una amiga y yo nos alojamos en el hotel y nos encantó. Su situación, junto a la estación de tren, nos resultó ideal porque llegamos a la ciudad en tren. De hecho, en la misma estación de tren hay un ascensor que te deja próximo a la entrada del hotel. Nosotras llegamos por la mañana, antes de la hora del check-in, y ya nos tenían la habitación preparada, una habitación amplia y espaciosa con vistas a las vías del tren pero completamente insonorizada. El desayuno no lo llevábamos incluido pero no nos importó, porque descubrimos que a unos cien metros del hotel había una backery que servía café y pan recién hecho. El centro de Bonn está cerca y se puede ir caminando desde el hotel. No hay nada negativo en él. Sin duda recomendaría este hotel y volvería a alojarme en él.