Desde la llegada al aeropuerto y el encuentro con Alvaro hasta la despedida, absolutamente todo fue perfecto. El hotel debe ser el más céntrico, se camina por minutos a tiendas para abastecerse, restaurantes, bancos, oficina postal, la caleta, un par de Ahus, incluso el aeropuerto. El jardín central le da un ambiente muy hogareño e íntimo y es perfecto para conocer a otros huéspedes, las cocinas son muy prácticas para preparar desde un snack hasta las comidas de todos los días si se quiere hacerlo, la habitación estaba muy limpia y no hubo un día en que no fuera recogida correctamente. He leiío comentarios sobre el wifi, mi señal nunca fue debil, el hecho es que la conectividad de la isla es mala, no es un tema del hotel sino de la infraestructura local y al final del día no se viaja al otro lado del mundo para ser encontrado fácilmente. En caso de regresar a Rapa Nui o saber de alguien que va, indudablemente el Inaki sería mi recomendación.