Uno de los mejores hoteles que hemos estado y la cama, la mejor. La habitación era una suite muy grande, todo nuevo, silenciosa, muy limpia y la cama era muy cómoda y super grande. El baño tenía todo lo necesario y era tan grande como la habitación. Había un office con café e infusiones.
Todo el personal, muy amable y atento. El desayuno era buffet libre y variado. El coche lo dejamos en un parking público que hay a 2 minutos. Del spa no puedo decir nada porque se nos olvidaron los bañadores, una pena. El hotel está a 5 minutos de la catedral, andando. Salimos muy contentos tanto por la habitación, el personal y el hotel en general, como por la ubicación.