Hotel cómodo, agradable y limpio. Personal amable y eficiente. Ubicación genial, junto a la estación Temmabashi y muy cerca del castillo de Osaka. También hay un bar al lado, Glad bar, que recomiendo encarecidamente. Te preparan unos cócteles riquísimos y te tratan muy bien. Además en el hotel, tienen las típicas cosas de cortesía: cepillo de dientes, café, te... y más: toallita/esponja para ducharte, tapones para los oídos, cremas faciales... Por mi parte sólo un fallo, que no sé si era sólo en mi habitación o una cuestión eco. La cisterna del baño, no era muy potente y si usabas las funciones de los botones, no quedaba agua en el tanque. O sea, o usabas una cosa o la otra, todo no podía ser