Llegamos de madrugada, sumamente cansados, fuimos muy bien recibidos por una dama quien además de darnos una cálida bienvenida, fue solícita al satisfacer nuestras necesidades más inmediatas.
El personal en general es muy atento. El desayuno es bastante variado, completo, de buen sabor.
La piscina bajo techo y temperada fue un valor agregado significativo, ya que fuimos en marzo y pese a que el hotel está junto al mar, literalmente, el agua del mismo estaba fría en extremo, así que palió en buena parte la frustración de no poder bañarse en el mar. La relación de precio y confort de la habitación es atractiva, no me importaría pagar algo más si tuviera un frigorífico en ella, así como un coffee maker. Creo que volvería gustosa, pero en verano.