Las instalaciones son muy bonitas, la piscina es un plus, las vistas desde la terraza espectaculares, disfrutar de ellas mientras te tomas un té no tiene precio.
La atención del personal increible, muy amables, llegamos de noche, la cocina estaba cerrada y nos prepararon cena.
El punto debil del hotel es la ubicación, aunque se encuentra a muy cerca del metro y de varias lineas de autobuses, está en una cuesta y los alrededores no invitan a llegar muy tarde, casas derruidas, abandonadas, llenas de basura.
Importante pedid habitación en el edificio principal, la 1a noche nos mandaron a un apartamento en un aledaño al hotel con la puerta a pie de calle, pedí cambio para estar dentro del propio hotel y tuve q pagar 120€ de suplemento por la nueva habitación, pero valió la pena.
Reitero el agradecimiento al personal, Ibrahim el chico del desayuno y otro hombre q es como de mantenimiento, un 10. Gracias