Hermoso y confortable lugar, tranquilo, en la zona de los museos. Tiene un pequeño ascensor para trasladar la maleta. A dos cuadras de trams y autobuses. Muy bien comunicado. De todas formas, se puede hacer casi todo caminando o en bicicleta.
Desayuno muy rico, con opciones, en un pequeño comedor muy bonito y luminoso.
Personal encantador, sumamente cordial y dispuesto a ayudarte en todo lo que necesites.