A medida que pasaron los dias le fui tomando cariño al hotel. Al llegar, tanto el taxista como en la recepcion me alertaron por donde tenia que ir y donde no, y que tenia que volver en taxi despues de las 11hs (el hotel esta en la 3 y la 12, de la 12 para abajo es la zona roja). Critico tambien las sabanas que son viejas y manchadas.
Lo bueno es el precio, el desayuno completo y rico, y lo serviciales que son en cuanto a la informacion sobre que recorrer y como. Linda tv plana, lindo baño, solo agua fria, igual caliente no hace falta. Lo mejor es volver despues de un dia cansador y tirarse en las hamacas colgantes.