Nos hospedamos dos noches. Al llegar, nos indicaron que no tenían cuna para nuestro hijo pese a haber mostrado la hoja de Hoteles.com donde lo anticipaba y no hicieron nada para solucionarlo, por lo cual, el niño durmió con nosotros. El hotel está ubicado sobre el mar, con una vista hermosa del Mediterráneo, pero la infraestructura es antigua, la TV era de no más de 15", la habitación y baño eran diminutos (parecía más grande en la página del hotel) y la cama de una plaza que agregaron para un amigo que nos acompañó, era incómoda. Las habitaciones están ubicadas en terrazas sobre el mar, por lo cual, si bien la vista es hermosa, es incómodo el acceso con maletas pesadas, y para llegar al hotel, dependiendo de donde se parta, hay que hacer kilómetros de una peligrosa ruta con curvas cerradas. En el restaurant del hotel se come aceptablemente pero a un precio caro. Cenamos en dos ocasiones, en la primera estaban los empleados, MUY ATENTOS, y no nos recargaron por abonar con tarjeta de crédito y la bebida tenía un precio determinado, pero la segunda noche nos atendió "Luiggi" (aparentemente el dueño del hotel), que nos recargó por abonar con tarjeta de crédito y nos cobró más cara la misma bebida. El desayuno era malo, con masas duras. Al retirarnos, Luggi ni siquiera nos agradeció por habernos hospedado allí. No lo recomiendo!