35 minutos para que te atiendan y de malas maneras. Lo primero, antes de pedirte siquiera la documentación, cobrar.
Te llevan a una habitación en un sótano, con una ventanita pegada al techo que da al suelo de un supuesto jardín que ni se ve, claro. Unos sillones de mimbre que no se han limpiado en años (porquería entre el mimbre para aburrir); te metes en la ducha y sale agua por todas las juntas que hay en la grifería, vamos que parece que tienes más de una ducha. Una tele que ni se molestan en explicarte como funciona y que las instrucciones están en italiano o ingles, situada casi en el techo a un lado de la cama (dolor de cuello) y el "desayuno continental", consiste en un plato con bollería industrial en plástico y sobre de café soluble o te y una jarra para que te calientes en agua, todo sobre una nevera pequeña pegada a la cama y que o desconectas por la noche o el ruido no te deja dormir.
Cuando le dije que no quería la habitación en un sótano, me dijo que total para una noche, de que me quejaba. Con unas cortinas rojas y naranjas de tul que más parecía la habitación de un puticlub. DESASTROSA Y DECEPCIONANTE. Había estado en tres hoteles más en Italia en 10 días y el último resulto un ASCO.
Y la zona, Termini cerca estación, no lo aconsejaría para pasear por la noche.