Habiendo en la ciudad otros hoteles más económicos, elegí este hotel porque se ofertaba con párking gratuito. Después de un largo y cansado día conduciendo, al llegar al hotel me informaron de que el párking estaba completo y que tenía que buscar sitio para el coche en la calle. Además de exponer el coche y el material de trabajo que había en su interior a un posible robo, este hecho me obligó a levantarme mucho antes de la hora prevista para poder abonar el parquímetro, ya que la máquina no acepta el pago nocturno y tampoco tarjeta de crédito. Esto, unido a que las camas por su ridículo tamaño parecen cunas, evitó que pudiera descansar mínimamente y que mi día siguiente fuese un suplicio. En la recepción me informaron de que tienen cientos de habitaciones y unas 20 plazas de párking y trataron de quitarle importancia alegando que se trata de un hotel de bajo coste y que podía presentar una reclamación. Total... Penoso!