Me parece que el hotel es muy bonito, muy típico de la ciudad. Manuel super amable y un super buen servicio, siempre buscando hacernos sentir como en casa.
Solamente que muchos tours empezaban muy temprano y el desayuno empieza a partir de las 6am, debería de haber una opción de un lunchbox para poder llevarte, sobre todo que teníamos el desayuno incluido.
Lo único super malo es la ubicación del hotel, esta en la única calle de Cusco donde están todos los bares y aunque las ventanas tienen sound proof si logras escuchar el boom boom de la música o los borrachos gritando, y ya en la noche caminar por esa calle para llegar al hotel se ponía medio fea porque había puro chavo borracho entrando a los bares. La calle en las mañanas apestaba.