Los he visto perores, pero debería ser un dos estrellas.
Al llegar, da la sensación de sucio porque le hace falta una mano de pintura y los pasillos y baños están muy deteriorados, sin embargo las sábanas están limpias y las camas y almohadas son cómodas. Los muebles son clásicos, pro no están deteriorados.
Las tres primeras noches tuvimos suerte porque nos tocó en la primera planta y hacia el lado del parking y a la terraza de los desayunos. En esa zona no se oyen ruidos.
A la vuelta del viaje, teníamos reservada una noche más allí y nos tocó al otro lado y en la planta baja. Es tan bajo que la ventana da a ras del suelo y oyes todos los coches, ambulancias y a la gente pasar.
El bufet del desayuno está bastante bien y el personal es muy amable y atento.
Si vais, tened en mente que es del nivel de un dos estrellas, no de tres e intentad que os toque en la primera planta y en el lado de los números impares.
Está retirado del centro. Nosotros tuvimos que coger siempre el bus, porque además íbamos con niños. Si pilláis los billetes en i tabacchi el precio es de un euro con algo, si lo cogéis en el bus es de dos euros.