El trato con el personal desde el principio fue muy agradable, me sentí como en casa. La zona es muy tranquila y muy fresquita por la noche, al estar en la montaña. El desayuno muy completo, con frutas, embutidos, bollería, iogures, etc. La relación calidad precio es excelente. En pleno contacto con la naturaleza, perfecta combinación playa montaña, la primera playa accesible al salir del hotel, recién bajado el pequeño puerto de montaña es una auténtica maravilla, un paraíso de aguas cristalinas y paz. Me ha encantado todo!