Lo mejor es su ubicación, cerca del centro, y su comodidad. Calidad/precio es difícil de superar.
Las instalaciones son antiguas, pero aceptablemente mantenidas. Cuidaría mejor la identificación exterior del edificio.
La limpieza es diaria, correcta, pero más de mantenimiento que otra cosa.
Su entorno no es el mejor, pero el descanso, por lo general, es aceptable.
Lo negativo, sin duda, la mayor parte del personal. Hay alguna excepción relativamente simpática y amable, pero el resto o bien desaparecen o ni siquiera saludan. Un cursillo social no les vendría mal.
Es cierto que hay una pendiente reseñable para volver al hotel desde el centro, pero si te organizas bien no es para tanto. 15 minutos. Lo peor, el calor de Oporto a cualquier hora y en casi cualquier época.