El hotel está en el centro de Roma, a 10 minutos del Coliseo, 5 minutos de Fontana, etc... Lo mejor que tiene es la localización. La habitación estaba limpia, y era cómoda; prácticamente nueva, el baño muy limpio. El personal muy atento. Es un hotel de una planta con 6 habitaciones, por lo que es silencioso y sin problemas.
Puede que los dos únicos inconvenientes fueran el acceso al hotel, ya que está en la primera planta de la vivienda (pero una vez se encuentra no está mal); y lo segundo es que las habitaciones exteriores dan a la Via Nazionale que es una avenida grande con el tráfico común (que tampoco tiene por qué molestar tanto) y las del interior dan a un patio interior donde lo posiblemente más molesto era el sonido de la calefacción, pero que igualmente no era algo incómodo.