Cada rincón está decorado al más glamuroso estilo morocco. La base de hotel típico marroquí (riad) está más que superada. Llama la atención el buen gusto en todo lo relacionado con la decoración y el mobiliario, tanto en las habitaciones como en las zonas comunes.
El personal del servicio es correcto.
Un punto en contra son los elevados precios del restaurante y las bebidas alcoholicas (el menor precio es de 34€/botella de vino marroquí). El menú, sin incluir bebidas, asciende a unos 65€/persona. Esto no significa que la comida no sea buena, aunque la relación calidad-precio para nada es buena.
Sobre la habitación (giraffe), el baño con bañera kingsize para dos personas EXPECTACULAR, bebidas soft gratuitas; comodidad de la cama la justa.
En general, un hotelazo para disfrutar, pero por favor, si quieres cenar o comer...mejor otro restaurante