Llegué pasadas las 23 h, cierre de la recepción, un cartel avisaba de que se fuese a otro edificio, y se entrase usando el puesto automático de la puerta. Pese a poner el nombre y los apellidos de todas las formas posibles, el sistema, que tiene opción de español, no reconocía que hubiese una reserva a mi nombre. Tuve que entrar como si no tuviese reserva, pagando con otra tarjeta, y a la mañana siguiente, en la recepción si tenían constancia de la reserva previa, pero no quisieron devolver lo cobrado doble, ni aceptaron dar una noche más de hotel por lo ya pagado. ¡Vaya trile!