En general, es un hotel muy bueno. Los apartamentos son amplios, cómodos y bonitos. Solo echamos en falta un televisor en la habitación, además de en la sala, para poder ver un rato la tele después de acostar a los niños. Los servicios del hotel son estupendos: la piscina exterior, la interior, el parque acuático, las pistas de tenis... Habrá que volver en verano para disfrutar plenamente de las actividades al aire libre (el parque acuático, por ejemplo, estaba cerrado). La única pega es la comida del buffet, que aunque variada, no es de muy buena calidad, aunque siempre es así en este tipo de hoteles.