Hotel situado en Labage, muy cerca de Toulouse. La recepcionista que nos atendió hablaba español. Las habitaciones son básicas, un poco pequeñas pero funcionales.
En un hotel económico, con baño privado (punto a favor). Habitación limpia, con toallas y gel, una barra con perchas para colgar ropa y poco más (tampoco hace falta mucho más). El único inconveniente que le pondría es que al abrir otras habitaciones de la planta parece que la tuya se esté abriendo, esto es debido a algún tipo de corriente de aire que por lo menos había el día que nos alojamos nosotros. Se encuentra en una zona comercial bastante tranquila (a unos 10 minutos en coche del centro de Toulouse), cerca hay un centro comercial en el que encontrarás restaurantes, tiendas y un Carrefour. Te ofrecen la opción de contratar el desayuno al llegar, unos 5-6€ y sirven tostadas, zumos y cafés, nosotros no lo contratamos, así que no puedo opinar.