Elegir este hotel fue la mejor decisión en mi viaje con mi esposa y dos hijos adolescentes por vez primera a la hermosa ciudad de Chicago. Aquí algunos puntos importantes: UBICACIÓN. Está en una zona muy bonita, llena de restaurantes y tiendas. La zona es muy segura en las noches y vibra de actividad. Además todo te queda caminando, fuimos varias veces a Magnificent Mile a comprar en las tiendas. Está a pocos pasos de la línea roja del metro, la cual te lleva a todos los lugares de interés en el centro y a a una caminata de 10min. a la línea azul que te lleva al aeropuerto. Si está frente a una estación de bomberos pero son muy prudentes, no salen ni llegan con las sirenas a todo volumen. LIMPIEZA. Aquí leí que no limpian la habitación a diario, pero en recepción nos preguntaron si queríamos limpieza diaria y si lo cumplieron. El servicio fue impecable. SERVICIO: todos el equipo del Fairfield es muy amable y educado, dispuesto a apoyarte y servirte de manera ágil. HABITACIÓN: literalmente hice un excel para ver quién te ofrece más metros cuadrados por un precio razonable y este hotel es muy amplio. Si acaso un punto en contra, que lo mencionan aquí, es el sofá cama, no lo recomiendo ni para un adolescente, la colchoneta (no llega a colchón) es sumamente delgada y la base tiene unas barras transversales de metal que la hacen muy incómoda. INSTALACIONES: El hotel no es nuevo pero está muy bien conservado. Muy limpio, muy bien cuidado. Los elevadores siempre son ágiles.