La vista panorámica de la playa de Manuel Antonio es sorprendente, ideal para relajarse y apreciar la naturaleza en su máximo esplendor. Por otro pedimos un huevos benedictinos para el desayuno en el restaurante del hotel, estaban preferentemente elaborados y deliciosos. Finalmente, estar en el deck y piscina para adultos,y no tener que ir a buscar donde almorzar, pues simplemente le pides ayuda Willy el bartender que te ayude con una orden de Pizza del restaurante el Wagon, y te le llevan a la piscina sim costo alguno, calientes y deliciosas (nos pedimos la mediterránea y la de prosciuto y arugula). En conclusión, excelente experiencia.